Y se dió el gusto Macri (una vez más) de vetar una ley votada en la Legislatura y así, impunemente, cagarse en la ciudadanía toda y también en esa palabreja, para él y los suyos, sin contenido ni significante, la palabra "Democracia". Que no le dice nada; solamente se hace asesorar por "especialistas" cuando parece que no le sirve a sus propósitos de nene malcriado. Me causa mucha gracia verlo queriendo esbozar algún concepto político. Concepto que por supuesto no entiende, pero tampoco se esfuerza, porque sabe que le alcanza con el apellido para seguir acumulando poder sin darle nada a la mayoría, aunque respaldado por la derecha recalcitrante que siempre vuelve para rapiñar algo.
Asco.
Página 12 abordó el tema de la vetocracia de Mauri haciendo hincapié en el hecho de que con este veto (número 107, ja!) se vulnera el derecho adquirido recientemente por las mujeres para abortar, sin que esto signifique una pena a manos de la justicia.
A causa de la chanchada macrista, el diario se despachó con un título fuerte, que se puede interpretar de muchas maneras, pero de seguro Mauri se merece un titular así. Porque se merece ésto y mucho más.
“Corresponde ejercer el mecanismo excepcional del veto”, dice el payaso. ¿Qué tiene de "excepcional"? 107 vetos!!! Por mucho menos que esto se podría organizar un cacerolazo. Y sería en legítima defensa de las libertades individuales y la defensa de la Democracia. Pero a las conchudas de la Recoleta y a los/as boludos/as que creen pertenecer a una falsa clase media no se les mueve un pelo.
Resultados de formar parte de una sociedad muy abigarrada, pero muuuy abigarrada.
