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lunes, 29 de septiembre de 2014

Graffitti's XXII






*Parque Centenario - Caballito - CABA


lunes, 1 de septiembre de 2014

Graffitti's XXI











*Parque Centenario - Caballito - CABA


lunes, 4 de agosto de 2014

Graffitti's XX









                                            *Av. Eva Perón al 1800 (Parque Chacabuco)


viernes, 27 de junio de 2014

Graffitti's XIX




                                                *Camargo al 900 - Villa Crespo.

domingo, 8 de junio de 2014

Brasil 2014


A horas de la ceremonia inaugural... Crece la incertidumbre, las protestas y aparece de nuevo la denominación "Opio de los pueblos"...



viernes, 11 de abril de 2014

Tres Australes




Comenzamos este 2014 con un nuevo proyecto radial, como siempre vinculado al arte y a la cultura en general y al cine, la música y la literatura en particular.
"Tres Australes" es un magazine de interés general, orientado a la actualidad y a las actividades culturales de la Ciudad y sus alrededores.
El nombre del programa -obviando la clara alusión al número de sus integrantes- puede tener dos claras interpretaciones a priori: por un lado, tomamos "Austral" como la moneda argentina símbolo del fin de una época, representante de nuestra nación y siempre teniendo en cuenta su arraigo en el inconsciente colectivo de nuestra sociedad.
Por otro lado, "australes" somos por el lugar del planeta donde nos tocó nacer, nos identificamos con el concepto de "fin del mundo" y adoptamos una visión estética vinculante con Latinoamérica. Para reforzar esto último tomamos referentes musicales regionales y de nuestro país.

Las secciones:

- Cine:
Esta sección abarca la variedad de cineastas latinoamericanos de todos los géneros pero siempre haciendo hincapié en el cine independiente. Conociendo los referentes o las influencias que vuelcan los cineastas en sus proyectos. Acompañando al informe con un tema musical de la banda de sonido correspondiente a cada película. También se intenta dar a conocer aquellos lugares con escasa difusión para ampliar el abanico de oportunidades de ir a ver una película.

- Música:
La intención de esta sección musical es acercar al oyente una equilibrada mixtura de clásicos y nóveles del mapa musical latinoamericano. Teniendo siempre como punto de partida el rock, en el sentido más amplio: como género y como cultura.
La sección en sí misma abarca reseñas de bandas y solistas (puede incluir entrevistas y repasos cronológicos), discos emblemáticos, noticias de la escena musical e incluso una sub-sección llamada "Tema Fetiche". Se trata de un tema que uno va escuchando durante mucho tiempo y no se cansa de hacerlo. Dentro del reproductor, los temas van rotando, se eliminan unos, se cargan otros, pero éste, subsiste dentro de la lista de reproducción residualmente y en algún punto alcanza la categoría de clásico.

- Literatura/Política:
Esta sección hará una reseña diaria de esas obras que ya forman parte del patrimonio clásico de la literatura latinoamericana, indagando en la historia social y política de la época en la que fue escrita. Así como también intentaremos comprender al escritor como artista y sujeto político, comprometido con la sociedad, desarrollando así su literatura, imposible de escindir y destinado a trascender en tiempo y espacio.

Durante el ciclo, procuraremos entrevistar a referentes de la actualidad cultural para ofrecer un panorama de las diferentes estéticas y/u opiniones de cada uno de ellos. Siempre tendiendo a establecer un puente entre las personalidades destacadas de la cultura y el oyente.

domingo, 16 de marzo de 2014

Show de Déborah Lozano en Sótano Beat




Dentro de la oferta "oficial" del Centro Cultural San Martín, se encuentra el ciclo de música en el Sótano Beat, un espacio ubicado en el subsuelo del mismo (renovado, esterilizado, sin grafitis ni suciedad, como se puede observar en las fotos que se exhiben en la puerta, mediante una comparación "antes-después", haciendo hincapié en que el "antes" era cuando la gente de la Sala Alberdi permanecía en la lucha ocupando parte del lugar, de hecho las fotos de "antes" explícitamente encuadran los mensajes escrachados con aerosol de esa lucha) al que se accede directamente, sin más, por la calle Sarmiento.
El lugar es íntimo, casi un bar, con algunas mesas altas y lo primero que uno nota al ingresar es el tamaño de las cajas de sonido y el escenario, ambos pequeños, casi dan una sensación minimalista y no digo que provoca claustrofobia, pero casi.


Se presentaba Déborah Lozano, acompañada de un trío clásico (bajo, guitarra y batería) en plan soul.
La verdad es que no conocía a esta artista, pero la propuesta me pareció interesante: siempre que uno piensa en algún músico vernáculo que se le anima a la música negra le entra una cierta curiosidad, en parte, admito, morbosa, por ver de qué manera afronta composiciones que, de ejecutarse sin maña, dejaría sin efecto una carrera incipiente.
Nada de esto pasó, fue un show ameno, prolijo y entretenido. Abrieron con el enorme "Rock me baby", conocidísimo standard de blues, cuya versión original es del, también enorme, B.B. King, aunque la versión interpretada por la banda se acerca más al sonido de la que grabó Tina Turner.
Con un set corto (trece temas) y quizás por eso, efectista, la banda de Déborah recorrió clásicos de Etta James ("I'd rather go blind"), the jackson five ("Blame it on the boogie") y más acá en el tiempo, Joss Stone ("Fell In Love With A Boy"), sin dejar de lado otros tantos (y tan) revisitados de la música Disco (ver Set List).
Fueron sumando intercaladamente temas propios de marcado pulso y letras positivas que no deslucieron en ningún momento la performance.
Promediando el concierto, subieron un toque la apuesta interpretando otro clásico: "Superstition" del genial Stevie Wonder, tal vez alcanzando el clímax de la noche.
Finalmente y entre los amagos archiconocidos entraron en los bises con una tanda de covers de Donna Summer, cosa que redundó en un final bien arriba y dejó contentos a todos (sobretodo a un señor muy entusiasta que estaba justo en la mesa de atrás y no paraba de aplaudir y hacer comentarios como si los músicos ahí arriba estuvieran esperando para festejar sus dictámenes en favor de gestionar un ventilador que apuntara al escenario).







*Set list→

  1- Rock me baby
  2- Fell In Love With A Boy
  3- Pienso (propio)
  4- September
  5- I'd rather go blind
  6- No pudo ser (P)
  7- Superstition
  8- Blame it on the boogie
  9- Puedo (P)
  10- We are family
  ----------------------------------
  11- She works hard for the money
  12- Bad girls
  13- Hot stuff




miércoles, 26 de febrero de 2014

Graffitti's XV




*Mendoza y Rincón - San Justo.

†  Es interesante aclarar que la parca del grafiti está señalando en una dirección un tanto llamativa: a pocos metros de allí se encuentra el cementerio de San Justo!  †


domingo, 3 de noviembre de 2013

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Entrevista a Carlos Belloso





Por Eduardo Ferreyra


E-: ¿Qué recordás de tus primeros años de actuación?

C-: En realidad me conecto con la actuación y el teatro en la escuela secundaria, en Munro. Los sábados había una materia artística y las pocas cosas que hice ahí, me alertaron. Al mismo tiempo la escuela tenía una fiesta que se llamaba “La fiesta de un día”, que era todo un día para recaudar fondos y cada división hacía algo. Y en los cinco años de secundaria yo hice, cada año, algo distinto. En un momento hacíamos una tanguería, en otro una disco, en otro un café concert, que fue un primer cimbronazo de actuación, la adrenalina de la actuación. Después vino el servicio militar, la guerra, después de la guerra yo estuve muy desorientado, muy deprimido. Me puse a estudiar en la Escuela de Teatro Integral, con Mónica Ramos y después de esa experiencia, decidí hacer el curso de ingreso al Conservatorio. Me fue mal, me dijeron que no servía para actor (ríe), al mismo tiempo, insistí y me  metí en la Escuela Municipal de Arte Dramático y ahí me conecté con el teatro, en todo sentido: el teatro pensado, actuado, me conecté con el Parakultural, que quedaba a la vuelta. Esas son mis primeras armas en la actuación…

E-: Un detalle, que suele ocurrir con muchos artistas, en cualquier disciplina, al principio prueban y  siempre algún comedido les dice que no sirven para eso…

C-: El Conservatorio necesitaba hacer un filtro, es necesario, pero ahora, que te digan que no servís… Igualmente, la gente con la que hice ese curso era despreciable, venía del Proceso, con la cabeza muy esquemática… Uno de los profesores, que ni siquiera me acuerdo el nombre, mejor que no aparezca el nombre, por las dudas… Después que nos dijo que no íbamos a entrar, nos invitó a su casa para decirnos que él daba clases particulares… A partir de ahí dije: “no fallé yo, fallaron éstos sátrapas”, que son realmente deplorables… Pero, justamente, a mí me parece que los comedidos que vos decís, son pruebas que te pone “El Señor” (Risas a partir del tono irónico; más adelante me aclarará que no es un tipo religioso) para saber que vos sos “eso” (que elegiste ser) ¿entendés? Esos sátrapas no te dicen lo que sos, cuentan lo que son ellos: unos sátrapas. A partir de ahí, uno tiene que ser fuerte y decir: “esto es lo mío, los equivocados son los otros, yo tengo la verdad y voy a seguir hasta que queme”, porque la vocación no se puede torcer fácilmente, es algo grabado a fuego…

E-: Después de eso, viene tu paso por el “under”, muy recordado, el dúo (con Damián Dreizik) y las “performances” en el Parakultural…

C-: En esa época, mediados y fines de los ’80’s, culturalmente se estaba originando una cosa muy interesante: por un lado había algo muy solemne que era salir del Proceso y hablar sobre ciertos temas que tienen que ver con los DDHH, los derechos civiles que uno defendía, el teatro abierto… Y por otro lado un circuito “under” que necesitaba decir cualquier cosa, meterse una zanahoria en el culo y decir lo que se le cante…

E-: La expresión, en sí misma…

C-: (asiente) Yo siempre lo digo, pero me parece que es lo que decía Luca en la canción: “no sé lo que quiero, pero lo quiero ya”, unas ganas de decir algo, no importa qué, el tema es decirlo. El Parakultural, en mi opinión, sirvió para eso, para romper esquemas y no tener esa solemnidad. El miedo que había era de hablar, estábamos encorsetados, porque había palabras que no se podían decir.
Nosotros con Damián (Dreizik) armamos “Los Melli” y, si bien decíamos cualquier cosa, también parodiábamos ese “corset” de solemnidad, porque era un dúo que hablaba cada uno al mismo tiempo, pero en una imagen siniestra, y eso causaba cierta intranquilidad, cierto nerviosismo.
Yo siempre digo: ese circuito Under fue un foco infeccioso muy importante que contaminó, gracias a Dios (“no soy nada creyente-aclara- pero se cruzó Dios, dos veces”) fue importante.

E:- Necesario, quizás…

C:- Necesario, necesario porque era una voz más que se escuchaba…

E:- Saliendo un poco del teatro, apareció la televisión, la tira “Campeones” y un personaje que marca una diferencia en cuanto a la masividad… ¿Cómo fue ese proceso…?

C:- La televisión de ese momento era muy estructurada y habían ciertos directores estrella que te marcaban todo el tiempo lo que tenías que hacer y para los actores que surgían en ese momento, no había mucha compatibilidad con esa televisión. Cuando aparecen las productoras independientes, empiezan a hacer ficciones, nutriéndose de gente que recién aparecía.
Lo primero que hice en Pol-Ka fue “RR DT”, donde hice de un barrabrava y como venía del teatro, quería agregarle cierta composición, entonces lo hice bizco, ronco y ahí vieron la posibilidad que tenía para caracterizarme o de hacer personajes no convencionales, por eso me llaman para hacer “Campeones”.
Este personaje "Vasquito" que no era muy lúcido, es decir, no le llegaba mucha agua al tanque; eufemismo para decir que era una persona con capacidades diferentes ¿no? También otro eufemismo ¿no? (risas)
Pero acercarme a ese mundo del boxeo con este personaje muy característico de los gimnasios de boxeo, y con dos o tres rasgos: era el vasquito porque usaba boina, y como yo uso lentes con aumento desde muy joven, este personaje va a usar anteojos, pero como es un personaje de un gimnasio entonces sus anteojos van a estar rotos. Y era así, una imagen: boina con anteojos rotos: Vasquito. Sumándole la mandíbula para adelante y que hablaba con un problema en la boca (imita al “Vasquito”) entonces era un personaje medio “clownesco” pero necesario para la trama porque el Vasquito se metía como una laucha en cualquier lugar, escuchaba desde cualquier rincón...

E:- Siempre estaba ahí...

C:-  Si. Había un dialogo acá, bajaba la cámara y debajo de un sillón podía aparecer el Vasquito. El se metía en lugares inhóspitos, donde solamente él podía entrar. Era un personaje que le ayudaba mucho narrativamente a los autores, porque era un personaje casi de dibujito animado. Y al mismo tiempo reconocible en estos lugares (gimnasios): que pueden dormir en el piso sin problema. Yo usaba de almohada un jamón; hambriento todo el tiempo. Una especie de Arlequino, servidor de dos patrones. El Vasquito tiene mucho de eso en un contexto de boxeo.

E:- Volviendo un poco al teatro, tuviste la responsabilidad de llevar adelante algunos unipersonales, tarea que... -yo no entiendo mucho de teatro- ... pero resulta bastante complicado, complejo. ¿En qué crees que debe hacer hincapié un actor para sostener un unipersonal?

C:-Mira... yo siempre recomiendo que los actores... porque hay distintos actores: hay actores que solamente esperan el llamado de los productores teatrales o televisivos para hacer su trabajo, que no lo veo mal, pero me parece que el actor en si puede ampliar sus fronteras y sus horizontes y el actor mismo puede escribir. Y al mismo tiempo, puede buscar sus propias obras o armar su mundo expresivo. Mas allá de los productores que vengan y te ofrezcan determinado papel o determinados puntos en una obra de teatro o en la televisión. Siempre mi interés fue, desde el under: confeccionar personajes y obras de teatro. Al principio fue muy gradual, y era armar tres o cuatro textos para un personaje. Igual me hacía acordar mucho a la construcción de cosas que hacía en las fiestas de secundaria, donde en la tanguería yo construía un conventillo y hacía mis personajes. Ahí esbocé mis primeras obritas chiquitas. Poco a poco me fue interesando mucho más el tema de escribir porque también tenía mucho para expresar. Uno, a veces,  necesita escribir porque necesita expresarse.
(…) En mí, empieza a tallar el tema del investigador teatral, que suena rimbombante, pero es solamente investigar las posibilidades que tenés, las cosas que no se hicieron, para hacerlas y en ese sentido, con mi amor a la profesión, aportar humildemente desde mi expresión, esas cosas que no se hicieron. Con los “Melli” hicimos varias obras, y si bien llegaba a expresarme y a experimentar, es cuando yo me quedo solo cuando empiezo a investigar estos unipersonales y a hacer un trabajo sobre mí mismo (como diría Stanislavski: el actor y el trabajo sobre sí mismo) ver las posibilidades que yo tengo para expresarme solo y al mismo tiempo abrirme, para lograr un lugar que sea mío dentro del teatro, que me empiecen a reconocer solo. Porque venía de un dúo, que, lo que tiene es que te reconocen siempre como tal, y te preguntan, aunque estés solo, “qué tal, ¿cómo andan?”. Para romper eso, tuve que armar cosas sólidas, solo. Al mismo tiempo, me entusiasmó el trabajo y terminé haciendo cuatro unipersonales: “Pará fanático”, “Dr. Peuser”, “Ojo” y “Escaparate”. Los dos primeros consistieron en explorar el género concienzudamente y los otros dos fueron trabajos que se desdoblaron, en realidad eran investigaciones sobre la visión y la mirada. (…)

E:- ¿Cómo es la tarea de director? ¿Se fue dando naturalmente?

C:- Sentía que al decir determinadas cosas, cuando veía espectáculos de amigos, cuando me pedían mi opinión, no erraba y al mismo tiempo, originaba un mundo particular mío, muy propio. Entonces, en un momento me pongo a investigar en esa línea, de construir un hecho artístico. Yo me expreso de varias formas: hago música, escribo, pinto, hago teatro, soy activo en cuanto a la expresión artística. A veces, como director, siento que estoy pintando un cuadro, que me parece, es lo que menos hago, pero más me gustaría hacer en determinados momentos. Si bien no tengo un taller para exponer cuadros, hice una producción, limitada; de hecho, gané un tercer premio nacional de pintura y sentí que estaba expresándome fuerte en eso. A veces dirigir lo veo como pintar, no solamente desde la puesta en escena, sino también cómo elaboro la materia de cada actor, porque sé de qué se trata y quiero lograr de cada uno, poder moldear la materia justa para componer algo en una puesta y eso es muy parecido a la pintura. También lo comparo con la escultura.
Al mismo tiempo, como director, me gusta armar una obra desde la nada. Lo hice con “Clases de olvido”, con cuatro actrices, que realmente eran muy buenas y eso posibilitó hacer una obra muy compleja, pero atractiva. Y después en unipersonales o en cosas de humor, más populares, también me gusta porque es ver qué cantidad de humor se puede sacar de un trabajo. Y en ese sentido estoy con un pie puesto en lo humorístico, lo popular, lo divertido y otro en la investigación, sin descartar lo cómico, pero metiéndome en cierta profundidad…

E:- Fue una experimentación constante…

C:- Si, si, porque me atrae mucho la originalidad de una pieza, que no sea parecida a otra y dentro de esa originalidad ver qué tradición hay en eso. Si bien no pienso que todo está hecho, o escrito, creo también que hay una tradición que hay que respetar, incluso en la investigación: se lograron muchas cosas, pero cuando creés que estás investigando una expresión artística, en realidad seguís en otro lugar, lo hicieron los dadaístas, los surrealistas o el arte conceptual. Entonces, ver la posibilidad de hacer algo, al mismo tiempo sabiendo que viene de una tradición. Y en lo popular, sucede lo mismo.  En mis obras trato de rendir homenaje a la tradición y a gente que hizo posible ciertas cosas, por ejemplo en “Mundo Mudo”, a Lon Chaney, que para mí es el mejor actor del mundo, hasta ahora. Me di el gusto de encarnarlo. Y ahora estoy trabajando para hacer la vida de JoséMarrone, que forma parte de la tradición argentina, popular y quiero también, homenajearlo desde ese punto: armar un espectáculo que puede llegar a ser original, pero respetando la tradición.